Los grandes cambios climáticos que estamos sufriendo han alimentado el debate social sobre la eficiencia energética y la sostenibilidad para proteger el medio ambiente.
En el sector del vending, la eficiencia energética de las máquinas expendedoras es un factor diferencial decisivo.
Progresivamente, todas las empresas deberán ir migrando hacia sistemas más respetuosos con el medio ambiente y adecuándose a las normativas regulatorias que se vayan implementando para ello, han advertido organismos como la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) o el Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC).
«La energía circulará libremente entre las fronteras nacionales de la UE […] Europa se dotará de una economía sostenible, con bajas emisiones de carbono y respetuosa con el medio ambiente […]”
contempla la UE en el marco común.
“Unión de la Energía” es el ambicioso plan de la Unión Europea, que parte del Marco Energético y Climático para 2030 y de la Estrategia de Seguridad Energética, que pretende garantizar que los ciudadanos y empresas de la UE tengan un suministro seguro, asequible y respetuoso con el clima.
Vending y consumo energético
A partir del 1 de marzo de 2021 han entrado en vigor las nuevas regulaciones de consumo de energía, impidiendo así la venta de máquinas expendedoras refrigeradas menos eficientes, exigiendo además que todas las nuevas muestren una etiqueta energética oficial, tal como lo ha informado la Asociación Europea de Vending y Servicios de Café (EVA).
De esta forma, las máquinas expendedoras tendrán por primera vez una certificación energética oficial, similar a la de los electrodomésticos. Tal como establece la norma, las etiquetas deben ser visibles tanto para clientes como para operadores.
Recordar que el pasado mes de julio la EVA abandonó su Protocolo de Medición de Energía (EMP) para máquinas refrigeradas, con el propósito de ayudar al sector a preparar los cambios que traen las nuevas regulaciones. El EMP, desarrollado por expertos técnicos de la EVA, permitió a los fabricantes probar y comparar máquinas similares y se le atribuye haber ayudado a introducir una serie de medidas de ahorro de energía durante más de una década. Sin embargo, el nuevo reglamento y la norma oficial de consumo de energía EN 50597 van más allá de este enfoque voluntario anterior e introducen máquinas expendedoras refrigeradas más comunes para cumplir con nuevos objetivos y obligaciones más estrictas.
Los pasos hacia una eficiencia sostenida
A lo largo de su existencia, el EMP produjo una calificación energética no oficial a partir de los resultados de las pruebas para las máquinas expendedoras refrigeradas ‘A’ o ‘A +’, pero la nueva etiqueta energética oficial, basada en una calificación A-G, no permitirá clasificar ninguna máquina expendedora refrigerada por encima de la Clase C. Esta categorización ha sido diseñada para que la mayoría de las máquinas no puedan alcanzar la calificación de clase A hasta al menos dentro de 10 años.
Todas estas consideraciones tendrán enormes consecuencias para las adquisiciones, ya que los fabricantes deben introducir todos los detalles técnicos y el rendimiento energético de las máquinas en una base de datos europea y parte de esta información está disponible públicamente, las máquinas con mejor rendimiento podrán destacar fácilmente.
El diseño ecológico no solo establece objetivos sobre la eficiencia energética de las máquinas, sino que también regula muchas medidas sobre su vida útil, como es la sustitución de piezas. Así, a partir del 1 de marzo, los fabricantes deben poner a disposición de sus clientes determinadas piezas de repuesto durante un plazo de al menos 8 años.
Si quieres conocer nuestras máquinas, su tecnología e informarte sobre su eficiencia energética, puedes contactarnos llamando al 605 30 36 84.